Laura Marello
Ocres, pardos, oscuridad, algo puja por salir de una
interminable profundidad, un empeño en ascender para llegar a un espacio
abierto donde lo oscuro se diluye, mas persiste un esquema de complejidades que
van quedando encerradas, pues en ningún plano de la obra se identifica el
comienzo del hilo del enredo.
Sin embargo las costas donde depositas arena, es una
rada en que el agua de tus pensamientos lava y analiza esa arena tan tuya.
Lentamente la luminosidad, esa que está en el centro,
aparentemente amorfa, se integrará de otra manera a la creación… y yo quedaré
sin palabras
Esta obra es magnifica, tiene un vocabulario exquisito
y aun tiene secretos para mi
©Antonio Guzzo – 18 de septiembre de 2025
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Continúo:
En la orilla de la noche un lobo acecha el cielo, con fauces cerradas, calmo, expectante, no acaba
de comprender como se desplazan los astros y estrellas, tanta belleza y a la
vez la paradoja de sentir temores de monstruos inexistentes.
No, indefectiblemente tomar la escala, subir y hallar
la plena luz que ordene nuestro sentir y razón de ser.
© 19/09/2025
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