Intimidad geométrica
Segundo premio 2024 - IV JUEGO DE DAMAS
Intimidad es lo
que guardamos para sí, es secreto material y espiritual, escondido en rincones
del alma, de la mente o un rincón físico inaccesible a otras mentes o miradas. La
intimidad es un don preciado y no admitimos sea violado, violenta o sutilmente.
Solo la transparencia de un ser que se sienta libre de culpas y miedos, que
enarbola la verdad en pensamientos y acción permiten apreciar dicha intimidad
desde su exterior.
La naturaleza
nos ha dado un cuerpo que cuidamos y protegemos porque en el reside la esencia
humana. Los humanos tenemos conciencia de nuestra desnudez y nuestras
debilidades. De hecho, hay acciones que preferimos realizarlas lejos de otras
miradas y también hay pensamientos que deseamos no mostrar.
El derecho a la
intimidad se adapta a la configuración que le hemos ido dando al entorno que la
sociedad conformó en las distintas épocas y la correspondiente mentalidad
asociada según desarrollo de creencias, descubrimientos, técnicas y ciencias
que se han ido sumando unas tras otras.
Imaginemos como
puede haber sido la intimidad en los albores de la humanidad, en las cavernas o
en las chozas que albergaban familias enteras, religiones y sus ritos, en
general prevalecía el anidar, lo curvo o sinuoso que le daba la naturaleza solo
los rayos del sol o de algún reflejo mostraban líneas rectas o árboles que se
levantaban rectos hacia el cielo,
palmeras…
En el hoy, tras
siglos y siglos y eras estamos saturados de coordenadas, de ejes X e Y, de
infinidad de diedros y triedros que nos determinan un espacio, un lugar. Y nos
adaptamos a esos espacios cúbicos que nos encierran, nos constriñen como las
tramas de la tela. Un simple ejemplo, la intimidad en un cajón de la mesa de
luz o la intimidad de nuestro armario, o los secretos de nuestra alcoba, o
nuestro pensamiento lineal en las líneas de un cuaderno, en una carta privada o
en las líneas leídas de algún libro escogido o vedado… La casa, la ciudad, el
campo (con los surcos y alineaciones extensas, sus alambrados…) Todo, todo trata de guardar secretos e
intimidad de todos y cada uno, pero están definidos si o si por coordenadas
específicas y esas coordenadas especificas hoy, ya en nuestra realidad, la
intimidad se siente amenazada por una feroz transparencia que hurga en los
confines de la voluntad de cada uno.
Eso nos muestra
esta obra y su título, un camino para pensar nuestra intimidad, nuestra
transparencia a través de nuestros gestos, nuestra mirada, nuestro hacer, es
nuestra voluntad pensar, decir y hacer lo mejor, darse normas de conducta,
descubrir valores esenciales que rijan nuestra vida. Nuestro cajón de mesa de
luz tendrá el orden o desorden con que cultivamos nuestra intimidad para no
tener miedo a la transparencia de nuestro ser, voluntaria o involuntariamente.
No importará quien conozca nuestra propia intimidad, la cual será igual a nuestro
ser público, (¿será
extimidad?) estaremos a salvo en cualquier coordenada que habitemos en el
universo.
Felicitaciones
Mercedes Laguinge por esta excelente obra que
nos impele a pensar que somos y y como en cualquier parte del universo
que nos hallemos-
©Antonio Guzzo
2024 09 01
Geometric intimacy
Second prize 2024 IV - CHECKERS GAME
MERCEDES LAGUINGE
Intimacy is what
we keep to ourselves, it is a material and spiritual secret, hidden in corners
of the soul, the mind or a physical corner inaccessible to other minds or eyes.
Intimacy is a precious gift and we do not accept it being violated, violently
or subtly. Only the transparency of a being who feels free of guilt and fear,
who raises the truth in thoughts and actions, allows us to appreciate said intimacy
from the outside.
Nature has given
us a body that we care for and protect because the human essence resides in it.
We humans are aware of our nakedness and our weaknesses. In fact, there are
actions that we prefer to carry out away from other eyes and there are also
thoughts that we wish not to show. The right to privacy adapts to the
configuration that we have given to the environment that society has created in
different eras and the corresponding mentality associated with the development
of beliefs, discoveries, techniques and sciences that have been added one after
another.
Let us imagine
what privacy may have been like at the dawn of humanity, in caves or huts that
housed entire families, religions and their rites, in general nesting
prevailed, the curved or sinuous nature gave it only the rays of the sun or
some reflection showed straight lines or trees that rose straight towards the
sky, palm trees...
Today, after
centuries and centuries and eras, we are saturated with coordinates, with X and
Y axes, with an infinity of dihedrals and trihedrals that determine a space, a
place. And we adapt to those cubic spaces that enclose us, constrain us like
the wefts of the fabric. A simple example, the intimacy in a drawer of the
nightstand or the intimacy of our closet, or the secrets of our bedroom, or our
linear thought in the lines of a notebook, in a private letter or in the read
lines of some chosen or forbidden book… The house, the city, the countryside
(with the furrows and extensive alignments, its fences…) Everything, everything
tries to keep secrets and intimacy of each and every one, but they are defined
whether or not by specific coordinates and those specific coordinates today,
already in our reality, intimacy feels threatened by a fierce transparency that
digs into the confines of the will of each one.
This is what this
work and its title show us, a way to think about our intimacy, our transparency
through our gestures, our gaze, our doing, it is our will to think, say and do
the best, to give ourselves rules of conduct, to discover essential values
that govern our life. Our nightstand drawer will have the order or disorder
with which we cultivate our intimacy so as not to be afraid of the transparency
of our being, voluntarily or involuntarily. It will not matter who knows our
own intimacy, which will be the same as our public being, (will it be
extimacy?) we will be safe in any coordinate that we inhabit in the universe.
Congratulations
Mercedes Laguinge for this excellent work that impels us to think that we are
and and as in any part of the universe where we find ourselves-