Aqui sentado valoro toda esta expresión de sencillez.
Has querido mostrar como vives materialmente, donde reposas
tus pensamientos, donde se encienden imaginación y color, donde aparece el sol
y las estrellas, superando tu propia mirada para transformarse en un afán de
colores, que al amanecer se hará obra.
Muchas veces intenté entrar acá, no a reposar, solo a meditar esa riqueza que encierras en tu
alma inquieta, en tus complejidades que, aunque has escrito innúmeras cartas,
es una madeja llena de secretos. Somos un enorme universo indescifrable aun
hallando la punta del hilo.
Mirando esta habitación realmente ascética es posible si,
desovillar pensamientos, ver más allá de
la obra, de cada obra, de cada instante;
de ese aprisionar del corazón en las noches de Arles, sus ondas, sus
estrellas, como te encendía el sol en cada amanecer, y la fuerza del mediodía….
Tu soledad estaba llena de seres, materialmente cerca y otros lejanos. Los
hiciste tuyos en las pinturas, así como te retrataste tú. Es tu universo
Vincent.
Gracias por este momento amigo!
©Antonio Guzzo mar 16 – 2019
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