En el jardín de la memoria, los recuerdos se hacen ondas, no
tienen aquellas aristas hirientes del pasado, asoman como algas en aguas
quietas, apenas agitadas, donde los fantasmas escondidos intentan asustarnos o
dirigirnos, pero esa película, ya vista,
nos suele dar sacudones y los evitamos con algún chicotazo del pensamiento.
La obra, con tu característica suavidad, con tonos empeñados
en dar paz y a la vez vivacidad, arman ese entrelazamiento de recuerdos que la
memoria, en su afán docente se empeña en remover y coordinar con el presente.
Excelente Anna Rosa Pelayo – Amaitée
©Antonio Guzzo 2021 08 10
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