Aquí sentado, en mi casa, en mi ciudad, veo la profundidad de
"El sentimiento de la ciudad 5"
Sostenemos, soportamos un enorme caudal de conocimientos, de
hechos, construcciones mentales y construcciones físicas que ocupan lo que ayer
era un ágora inagotable.
Llenamos el espacio con piedra sobre piedra para superar la
caverna o la precaria choza, que solo servían para cubrir nuestra desnudez y
salíamos ahí; afuera, el afuera, no solo para buscar alimento sino para
extender la mirada en busca de un algo inmaterial que aplaque indagaciones, una
mirada que desde los propios pies se desplaza hacia el horizonte y desde ahí
elevarse hacia el espacio infinito del cielo.
Esa actitud esencial y necesaria de alguna manera pervive en el sentimiento de la ciudad
Luces y sombras, origen y destino.
Entrelazar universos y complementarlos entre si, es superior a que estos sean dispares. Atender y entender es
comprender cuanto pensamos y cuanto hacemos.
Los límites deben existir para comprender y unir seres y
cosas en armonía. El recinto cerrado, inexpugnable, solo engendra una auto destrucción que será invadida por la
naturaleza y el inevitable regreso a tiempos pretéritos.
Dibujo magistral que une tiempos humanos y épocas
prehistóricas en “El sentimiento de la ciudad 5”.
¡Felicitaciones Sergio Moreno Miraglia!
©copyright Antonio Guzzo mayo 1º de 2020
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