Antifaz
Va delante de la cara, pero no es careta, no es una mofa ni un grotesco, antifaz es algo que esconde ciertos rasgos para solo mostrar determinados valores o virtudes, se apoya y acusa la nariz y deja al descubierto boca, mejillas, mentón, que son definitorios de la personalidad. Deja las ventanas para los ojos donde pueden descubrirse las pupilas delatoras del alma!
Que una obra se titule “Antifaz” significa “ver de otra manera”, es atisbar lo que tenemos delante sabiendo que ese ser o cosa nos está indagando en profundidad para hallar nuestros valores y contarnos su verdad.
Estoy tras mi antifaz e indago esta obra que, aun en el monocromo del metal, dada su posición, esta abstracción tiene el matizado del crecimiento. Crecer es lo positivo, es estructurarse desde la base, desde ese lugar que contiene la esencia, la idea. La obra me mira desde sus planos que abarcan un volumen y me provocan con sugerentes sombras. La ondulación es el propio y necesario movimiento en busca de la luz y en la cúspide el arco del péndulo del tiempo nos convida su sonrisa tras haber superado espacios vacios, cicatrices.
Beatriz García Huertas mira y se deja mirar por su creación, aprisiona un espacio pero este se libera, pues siente que cada corte en el metal, cada abertura concretada, cada forma lograda son necesarias para su propia existencia… entonces tras ese juego de miradas sabe cada cual el protagonismo que les cabe
¡Antifaz es una maravilla!
©Copyright Antonio Guzzo – 18 de agosto 2019
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