(....pero hay una esperanza...)
Mirta presenta esta obra "sin título" pero lo hace con un pensamiento adjunto del poeta Friedrich Hölderlin. Quien dice:
"Vivimos tiempos de indigencia, de vacío, en que los viejos dioses ya se han ido y los nuevos aún no han llegado”
Y la artista sale de su obra y se enfrenta a este pensamiento... ¿O luego de asimilar el pensamiento de Friedrich, puso manos a la obra??
Voy a suponer lo segundo y veo que ella, instintivamente, se defiende de la situación triste, sin Dioses, dispuesta usar un colorido que supera grises y pardos.
Las esferas, signos geométricos de la perfección, donde todo está a la misma distancia del centro, donde la distribución es homogénea, donde.... Pero esas ideas se han empequeñecido, se han comprimido tanto que gravitan sobre sí mismas y van cayendo "esos Dioses" pasarán en poco tiempo a otra dimensión. La geometría marca límites, Mirta los indica, hay historias que se repiten... Cada imperio creó sus dioses.... al caer los dioses cayó el imperio.... Quizás sea cierto y estemos en ese punto de inflexión, ese vértice donde no alcanzamos a asumir nuevos Dioses, se hacen inalcanzables.... pero están, Mirta los ha pintado, seguro superan la mente humana... de otra manera, caerán como tantos otros y repetiremos los ciclos.
Esto es un esquema posible de la génesis de la obra y Mirta Benavente nos permite esta y otras elucubraciones
¡Gracias Artista!
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