La unidad humana, sus dos componentes físicos, estructurados desde abstracciones que insinúan una figuración principal y elemental, la obra toda plena de mensajes, derrama, por así decir, sensaciones y pulsiones sobre el devenir humano que ascendió desde el limo bebiendo aguas ricas, cenagosas, llenas de humus, decantando impurezas hasta llegar al hoy pleno de circuitos y circunvoluciones. Todo eso y mucho, mucho más cuenta Victoria en esta aparente figuración en que los colores distribuyen los conceptos principales dentro y fuera del ser, compagina el todo de la naturaleza. Supera con la mirada, la mirada de abajo hacia arriba y trata de superar el nivel del pensamiento, buscando en un más allá superador la razón del existir.
Una obra abstracta excelente que incita a pensamientos diversos pero siempre elevándose, superándose. Aprovechar esta oportunidad para sentarse ante la obra y decantar , meditar nuestro propio ser.
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